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las 5 claves para desarrollar la Inteligencia Emocional

por | 24 Abr, 2023 | Inteligencia Emocional | 0 Comentarios

Las emociones, como sistemas de respuesta automática, constituyen mecanismos sumamente útiles a la hora de enfrentar un peligro o aprovechar una oportunidad.
El miedo nos hace buscar salidas en cuestión de segundos al tiempo que acelera nuestros pasos, la tristeza nos permite reponernos de una pérdida, la ira nos da fuerzas para la lucha, para defendernos, y la felicidad nos hace encarar el trabajo cotidiano reduciendo el agobio de los sentimientos negativos.
Pero, ¿Qué ocurre cuando la alarma salta sin motivo, cuando nuestra mente detecta un peligro que no es tal?

1. Capacidad de reconocer las propias emociones.

La clave para un posterior desarrollo de la inteligencia emocional es la capacidad de reconocer los sentimientos en el mismo momento en que hacen acto de presencia.

No se trata solo de percibir aquellas emociones intensas que nos embargan hasta nublar la razón, sino, precisamente, en saber detectar hasta los más mínimos matices de nuestra vida emocional.

Saber en cada momento qué sentimos exactamente y ser capaces de ponerle nombre a esa emoción.

2. Capacidad de controlar las emociones.

Una vez que tenemos conciencia de las emociones negativas que nos embargan, podemos desembarazarnos de ellas mediante un proceso dirigido por la razón.

Si estamos tristes, podemos tratar de pensar de manera optimista; si estamos furiosos, tal vez un paseo nos calme.

Pero si no reconocemos las emociones que estamos viviendo, difícilmente podamos hacer algo sobre ellas.

Obviamente cuanto mayor control tengamos sobre nuestras emociones, más efectivamente podremos manejarnos en nuestra vida diaria, tanto con nosotros mismos como con nuestros semejantes.

3. La capacidad de automotivarse.

Uno de los peores enemigos del éxito es la paciencia, la incapacidad de esperar gratificación por el trabajo que estamos realizando, la necesidad de abandonarlo cuando lo consideremos tedioso.

Si somos presa de la ansiedad, del malestar, del aburrimiento, difícilmente podremos concentrarnos adecuadamente en la tarea que estamos llevando a cabo.

Por el contrario, si sabemos motivarnos, encontraremos placentero el trabajo y no perderemos la calma durante el periodo de espera de la gratificación.

Esto nos permitirá ser mucho más eficaces en todo aquello que emprendamos y, desde luego, mucho más felices.

4. Capacidad de reconocer las emociones ajenas.

En un entorno social como el que vivimos hoy. rodeados de personas de todas clases, culturas y condición social, la habilidad de reconocer las emociones de los demás facilita condición enormemente la convivencia.

Gracias a la empatía detectamos qué es lo que necesitan las personas con las que tratamos, lo cual es esencial para desarrollar el altruismo.

Quienes poseen esta habilidad pueden comprender fácilmente las razones por las cuales quienes se mueven en su entorno actúan de determinadas maneras que responden a los dictados de sus emociones.

Es una herramienta indispensable para los educadores y para quienes tienen ocupaciones relacionadas con la salud, ya que es fundamental para ellos comprender lo mejor posible el sufrimiento ajeno.

También es sumamente útil para quienes dirigen equipos humanos porque les permite conocer sus relaciones interpersonales, sus ambiciones, sus limitaciones y sus sentimientos, lo cual les facilita obtener de ellos un mejor rendimiento.

La empatía es una cualidad que se observa comúnmente en los buenos vendedores; ellos conocen a la perfección que necesita el posible cliente y cómo hacer para convencerle de que él puede cubrir esa necesidad.

5. Capacidad de controlar las relaciones.

En el vínculo que establezcamos con cualquier persona, siempre van a estar presentes nuestras emociones y las suyas, ya que el sistema límbico de cada ser humano está dispuesto a enviar señales de alarma en el momento en que un supuesto peligro se presente.

El saber detectar los propios sentimientos mediante el conocimiento de uno mismo y el de los demás gracias a la empatía, permite desarrollar una nueva habilidad: la capacidad de controlar el intercambio entre ambas corrientes emocionales.

Esta habilidad es propia de los líderes que, al sintonizar con las emociones ajenas, saben canalizar y adecuar las propias para que armonicen con ellas.

La simpatía personal, por ejemplo, está basada en esta capacidad de control de las relaciones.

Lo importante es saber que todos tenemos la posibilidad de mejorar en cualesquiera de estas cinco áreas mediante la adquisición de nuevos hábitos y formas de reaccionar que nos permitan alcanzar una mayor inteligencia emocional.

El conseguirlo redundará beneficiosamente no sólo en nuestras relaciones personales y con nosotros mismos sino también en nuestro ámbito laboral y social.

Resumen

Se llama Inteligencia Emocional al conjunto de ciertas habilidades desti­nadas a reconocer los sentimientos propios y ajenos de modo que sirvan para elaborar el pensamiento y la acción.

 El grado de Inteligencia Emocional de un individuo no es fijo ni innato que se puede incrementar aprendiendo técnicas que desarrollen las habilidades propias de esa capacidad.

Las emociones son mecanismos automáticos que preparan al organismo para diversas acciones a fin de posibilitar la supervivencia individual y de la especie.

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